En cuestión de segundos desde que se detecta a un intruso, este dispositivo es capaz de expulsar una enorme columna de niebla de ultra densidad que impide a los intrusos entrar en la zona protegida.

La niebla expulsada priva a los intrusos de su sentido de la vista: ni siquiera podrían ver sus propias manos. En algunos casos, también dispone de una sirena de alarma, que les priva de su sentido auditivo. Este tipo de privación sensorial es posiblemente el sistema de disuasión antirrobo más eficaz, ayudando a la reducción de pérdidas o daños del negocio.

Además, la niebla es inofensiva para los trabajadores, el local y el contenido. Dependiendo del tamaño de las instalaciones, la niebla puede tardar hasta 45 minutos en evaporarse, pero no dejará ningún residuo una vez que haya sido disipada.